Dentro de las nuevas tendencias del entrenamiento, se han involucrado métodos novedosos que buscan reemplazar largos períodos de trabajo continuo para quemar calorías y oxidar grasa de más que almacenamos en nuestro organismo. En este caso hablaremos del HIIT (High Intensity Interval Training) o entrenamiento interválico de alta intensidad.

53 mujeres con sobrepeso fueron seleccionadas de forma aleatoria
para participar en: (1) HIIT (4´ X 4´ Trabajo/descanso de carrera continua al 85%-95% de
la frecuencia cardíaca máxima / 10 minutos de recuperación entre series); (2) MICT (33
Minutos de carrera continua al 60% - 70% de la frecuencia cardíaca máxima) con
un costo de Oxígeno equivalente entre HIIT y MICT. Y (3) un grupo control sin
entrenamiento. Esta intervención tuvo un período de duración de 12 semanas, 4 días por semana. La
ingesta de energía y el gasto energético habitual no fueron alterados durante
la intervención.

En los resultados se encontró que después de las 12 semanas de entrenamiento, la reducción de la grasa total a
nivel corporal y el porcentaje elementos lipídicos fueron similares en el
HIIT y el MICT. Pero existieron cambios a nivel de la grasa abdominal visceral (AVFA) y subcutánea
(ASFA), dichos datos fueron revelados a través de una tomografía escaneada.
Comparando un método con otro se descubrió una gran reducción de grasa
subcutánea (ASFA) en el HIIT comparado con el MICT (p=0,038). Además, una reducción
significativa en los niveles de grasa visceral (AVFA) fue encontrada en el grupo HIIT. En el grupo control no
se realizaron modificaciones en las variables.

En conclusión, tras 12 semanas de HIIT y entrenamiento aeróbico contínuo de moderada intensidad (MICT) realizando el mismo gasto de oxígeno, resultó similar en la pérdida de grasa general a nivel corporal en
mujeres con sobrepeso, sin embargo el HIIT demostró ser más eficaz que el MICT
para controlar la grasa abdominal visceral y subcutánea.
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